
*
Mirándome dulcemente a los ojos tomó mis manos entre las suyas…
Despacio, suave, tierno… enamorado.
No era preciso que hablara, podía leerle el corazón reflejado en sus ojos.
Sus sentimientos latiendo con fuerza en cada yema de sus dedos rozando los mios.
Su inmenso cariño en el temblor de sus labios.
Podía sentir cada latido de su corazón cada vez que respiraba… tic-tac, tic-tac,
Tic-tac… te-amo, te-amo,-te-amo.
Todo lo que siempre soñé se reunía en él. Todo lo que yo ofrecía me era
devuelto y multiplicado, tal y como yo lo imaginé... Por fin.
Podía escuchar los latidos de mi propio corazón entonando un himno de amor:
Tic-tac…
Tic-tac…
Tic-tac…
Te-amo…
Te-amo…
Te-amo…
Mientras, él susurraba en mi oido:
“…Y si fueras una melodía,serías la más bella…LA MIA.”
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